Un paraíso es mucho más que tan solo un lugar lleno de palmeras, un lindo manantial y unos cuantos animales.
El paraíso es una forma de vida, un estado de felicidad. Desde un principio Dios hiso al hombre para que viviera feliz. Pero no podía lograrlo estando solo, de que le sirve a alguien tenerlo todo en lo material pero no tener con quien disfrutarlo.
Ese estado de vida no es ideal si no existe algo maravilloso llamado familia.
La familia es lo que embellece y disfruta el paraíso. Génesis 2: 18,21-23 “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él, Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. 2:22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
2:23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. 2:24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.”
2:23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. 2:24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.”
Pero a pesar de que Dios dejo la familia para que fuera el motivo de felicidad para el hombre esto no ha sido posible. Cada vez vemos más hogares destruidos y otros a punto de destruirse. La razón; el hombre sigue alejado de Dios y por lo tanto a perdido la capacidad de convivir.
Para rescatar ese hermoso paraíso necesitamos:
Tener sujeción Mutua. Ni el hombre ni la mujer manda el uno más que el otro. Efesios 5: 21 “Someteos unos a otros en el temor de Dios”
Pero es lógico e inevitable que en una comunidad como lo es la familia cada integrante tenga sus propias responsabilidades, a medida que las cumplamos podremos tener una perfecta convivencia.
Responsabilidad de las Mujeres:
1. Sujetarse a su Marido. Es decir no abandonarlo porque por ella él puede un día llegar a los pies de Cristo. V 1 “Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas” con un buen testimonio la esposa o el esposo puede hacer que su cónyuge se acerque a Jesucristo. 1 Corintios 7: 13-14 “Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. 7:14 Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos”
2. Tener una Conducta casta. V 2 “considerando vuestra conducta casta y respetuosa” la mujer debe ser diligente en lo que hace la administración de la casa le corresponde a la mujer y el dar la provisión al esposo.
3. Mantener la belleza del corazón, hoy en día hay muchas mujeres que han tenido que asumir el papel de hombre por la ausencia de uno en su hogar pero a pesar de esto nunca debe dejar su feminidad. V 3-4 “Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, 3:4 sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.”
Responsabilidad de los hombres:
1. Ser Sabios y respetar en todo a su mujer de esto depende que sus oraciones sean escuchadas por Dios. V 7 “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”
2. Amar a la mujer y no maltratarla. Colosenses 3: 19 “Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.”
El cumplir con los deberes conyugales es una responsabilidad de la pareja. Esto también conlleva a tener una buena convivencia. 1 Corintio 7: 3 “El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido”
El vivir en un paraíso aquí en la tierra es una realidad pero depende de cada uno de nosotros, el cristianismo es mucho más que tan solo hacer bellas oraciones y esperar un milagro el cristianismo es una forma de vida de acuerdo a Jesucristo.
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